jueves, 20 de agosto de 2020
Ivanhoe
El hobbit
En esta ocasión, como digo, la experiencia no ha sido igual. No sé si porque me ha resultado más infantil de lo que recordaba, o porque tenía las expectativas muy altas, pero no he llegado a conectar con la historia como años atrás.
Como curiosidad diré que tras leerlo, me vi las tres películas de Peter Jackson. Estas tres cintas forman, como sabemos, una especie de chicle estiradísimo para poder llenar tantas horas de metraje con un libro que no da para tanto. Aún así, me entretuvieron bastante (sé que no es una opinión popular). Algunas partes son totalmente inventadas, pero la mayoría desarrollan tramas que en el libro solo quedan apuntadas.
Tengo pendiente la lectura de El Señor de los Anillos. Hace años también leí La comunidad del anillo y abandoné la aventura a mitad de Las dos torres. Me gustaría comenzar de nuevo por el principio y terminar mi viaje por la Tierra Media.
martes, 4 de agosto de 2020
Copycat
La autora también nos da muchísima información sobre los negocios delictivos que se llevan a cabo en Chinatown y que culminan con uno de los momentos más recordados de la cinta, donde todo el trasfondo del asunto de los chinos quedaba solo apuntado.
En definitiva, una adaptación muy trabajada que además me ha llevado a ver de nuevo la película, thriller policíaco noventero la mar de disfrutable.
lunes, 3 de agosto de 2020
El doctor Ox
Verne nos traslada a un pequeño pueblo de Flandes, donde sus habitantes llevan vidas aburridas, donde nunca pasa nada... hasta que llega el doctor Ox, que se traslada a la población para llevar a cabo el proyecto de iluminación de las calles por medio de farolas de gas.
Pero el doctor Ox tiene otro proyecto secreto, y por medio de la manipulación del oxígeno consigue que los antes tranquilos habitantes de Quinquendone se conviertan en excitados hombres y mujeres que no dudarán en declarar la guerra a su pueblo vecino por la más absurda de las razones (recordando al conflicto entre Liliput y Blefuscu por cómo cascar los huevos hervidos que nos narraba Jonathan Swift en Los Viajes de Gulliver).
Una novelita para leer de un tirón con un Jules Verne más cómico que de costumbre, lleno de absurdas escenas que harán las delicias del lector (como esa representación operística en la que artistas y público están embriagados por el exceso de oxígeno).