martes, 4 de marzo de 2014

A vuestros cuerpos dispersos

A vuestros cuerpos dispersos es un clásico de la ciencia-ficción del recientemente fallecido Philip José Farmer, primera entrega de una saga conocida como Mundo Río. En él nos cuenta cómo el explorador Richard Burton, tras fallecer en 1890, despierta suspendido en el vacío, rodeado por multitud de cuerpos que parecen estar en hibernación. Tras regresar de nuevo al estado de letargo, vuelve a despertar a la orilla de un río, rodeado de un gran número de personas de todo tipo y condición, desde ejemplares de los primeros hombres que poblaron la tierra, hasta la gente que vivió el fin de los días, cuando una especie extraterrestre aniquiló la vida en el planeta. Poco a poco, y con ayuda de un grupo de amigos, entre los que se encuentra un cavernícola, la mujer que inspiró el libro Alicia en el País de las Maravillas, o el extraterrestre Monat, Burton descubre que a lo largo del extenso río se encuentran todas las personas que han poblado la Tierra en algún momento de la historia. Comienza entonces un viaje para descubrir la verdad de lo que está pasando, una verdad en la que muy probablemente están implicadas fuerzas alienígenas.

Aunque el planteamiento del libro es cien por cien ciencia-ficción, el desarrollo de la trama se puede ubicar más bien dentro del género de aventuras, y esta sería la única pega que le pondría a la novela. Por supuesto, los elementos ci-fi son constantes a lo largo de la historia, pero exceptuando el principio y el final, predominan los momentos de aventura pura y dura. El final es completamente abierto, dejando una puerta a la segunda parte que no tardaría en llegar.

domingo, 2 de marzo de 2014

La habitación cerrada y otros cuentos de terror

Un nuevo libro de colaboraciones póstumas entre H. P. Lovecraft y su amigo August Derleth. En este caso son diez relatos, algunos de ellos enmarcados dentro del universo de los Mitos de Cthulhu. Los títulos incluidos son:

-El superviviente: El protagonista de esta historia queda prendado de una antigua y abandonada casa en Providence, y no cesa hasta que consigue alquilarla para vivir una temporada. Poco a poco el misterioso pasado del antiguo y casi desconocido dueño comienza a obsesionar al nuevo inquilino, al tiempo que un fuerte olor a reptil se apodera de la vivienda. Pronto descubrirá que no es el único habitante de la casa.
-El día de Nahum Wentworth: Un simpático cuento de terror con venganza de ultratumba.
-El legado Peabody: De nuevo una vieja mansión heredada por el protagonista de este relato, que poco a poco va descubriendo la horripilante historia de unos antepasados dedicados a la práctica de la brujería y la magia negra.
-La ventana de la buhardilla: Otra casa heredada. Esta vez la historia se centra en una ventana de extraño cristal, que no es otra cosa que una puerta interdimensional que conecta nuestro mundo con el infierno de los Primordiales y sus adeptos.
-El antepasado: Historia que recuerda a Los perros de Tíndalos, de Frank Belknap Long, por el método en el que el protagonista intenta trazar el curso de la memoria de la humanidad, muy similar a los intentos de Chalmers por conocer la cuarta dimensión. Los resultados de tales investigaciones son, al igual que en el relato de Long, desastrosos.
-La sombra fuera del espacio: En este relato, Derleth vuelve a ocuparse de la raza de los Yith, protagonistas de la magnífica historia de Lovecraft En la noche de los tiempos.
-La lámpara de Alhazred: Curioso relato en el que el protagonista es un trasunto de Howard Phillips Lovecraft, heredero de una lámpara que antaño perteneció al mismísimo Abdul Alhazred (sí, el autor del Necronomicón), lámpara que se convertirá en la fuente de inspiración a la hora de elaborar los Mitos de Cthulhu.
-El pescador del Cabo del Halcón: Breve cuento de nuevo ubicado en Innsmouth sobre el encuentro de un pescador con los Profundos.
-La Hermandad Negra: Este relato tiene varios ingredientes que lo hacen atractivo. Por un lado está ese ser extraterrestre cuya apariencia nos recuerda a los Yith, pero además está esa forma de "reproducción" que la raza alienígena está llevando a cabo en nuestro planeta que tiene mucho que ver con lo que ocurre en la novela La invasión de los ladrones de cuerpos de Jack Finney. Puestos a elegir un modelo humano que copiar, los extraterrestres eligen al mismísimo Edgar Allan Poe, ante la asombrosa mirada de un protagonista, que, de nuevo, es un remedo de Lovecraft.
-La habitación cerrada: Un nuevo Whateley vuelve a Dunwich para hacerse cargo de la herencia de su difunto abuelo. Relato relacionado con El horror de Dunwich de Lovecraft, aunque no es una secuela directa. Esta historia está también incluida en la antología El ciclo de Dunwich que ya comenté en una entrada anterior.

En general, una buena colección de relatos lovecraftianos, cuyo único pero es esa tediosa manía de Derleth (manía que se repite en varios relatos de esta colección) de explicar todo lo referente a los Dioses Arquetípicos y Primigenios, intentando dar una coherencia a un universo literario (el de Lovecraft) que, en mi opinión, no es necesaria.

sábado, 1 de marzo de 2014

Biblioteca universal de misterio y terror (vol. 1)

Tengo especial cariño a este libro, que conseguí en un puesto de la feria de El Provencio hace muchos años. Lo compré acompañado del número 2 de la colección, y en ferias posteriores me hice con alguno más. Desconocía el número exacto de libros que componían esta antología hasta que descubrí la colección completa entre los libros del profesor Daiba. 40 libros nada más y nada menos. Poco a poco iré comentando los diferentes volúmenes según vaya avanzando en su lectura. El primero incluye los siguientes relatos:

-Diabólica advertencia (Pedro Montero): Cada vez que nos ausentamos de casa, los cuerpos putrefactos de aquellos que murieron en la vivienda salen de su mundo de ultratumba buscando algo de calor y un poco de sangre para reconfortar sus cuerpos inertes.
-La operación (José León Cano): Un sádico cirujano juega con la vida de su paciente. Final sorpresa.
-El sarcófago de plata (José León Cano bajo el seudónimo de Roy Damm): Una pareja de arqueólogos celebra el hallazgo de un extraño sarcófago en el Himalaya, desoyendo las advertencias de los nativos que auguran una terrible conclusión.
-El pacto tenebroso (V. Rodríguez de Ayala): Historia de muertos que vuelven de la tumba para cumplir sus promesas.
-El bebé sin nombre (Pedro Montero bajo el seudónimo de P. Martín de Cáceres): Los padres de un bebé poco común encuentran en las "canguros" una fuente de alimento para su pequeño.
-El gato negro (Edgar Allan Poe): Junto a cuentos de autores contemporáneos encontramos esta adaptación del clásico de Poe.
-La trampa de ébano (Pedro Montero bajo el seudónimo de Mathew Fitzgerald): Un hombre recibe un misterioso bulto que resulta ser un ataúd enviado a su casa por equivocación.
-Ofidio (José León Cano bajo el seudónimo de J.L.C.): Según se dice en el libro, este relato está inspirado en una idea de H. P Lovecraft, si bien casi nada recuerda al escritor americano, más allá de la inclusión en la historia de un ser mitad hombre, mitad reptil.

Resulta curioso ver el nombre de Edgar Allan Poe entre los autores recopilados en este número, si bien, echando un vistazo a otros números de esta colección, parece que era práctica frecuente incluir el relato (muchas veces adaptado) de un autor consagrado entre historias de autores noveles o sin mucha repercusión. La calidad de los relatos es bastante pareja, pero si hubiera de destacar alguno, estos serían (Poe aparte) Diabólica advertencia, El bebé sin nombre y La trampa de ébano. En general se trata de una colección de relatos de agradable lectura, que personalmente me recuerdan a las películas de episodios de terror de la productora Amicus: historias sencillas pero efectivas, con finales sorpresa y/o impactantes.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Solaris

Solaris, la obra más conocida del polaco Stanislaw Lem, un libro de no muy fácil lectura pero apasionante por las ideas que expone aunque quizás algo decepcionante para los que buscamos respuestas a los enigmas que plantea.

El psicólogo Kris Kelvin llega a la estación científica establecida en el planeta Solaris con la intención de descubrir el motivo del extraño comportamiento de los científicos que allí residen. Estudiosos del océano que cubre toda la superficie del planeta, han sido incapaces de resolver el misterio de esa masa líquida inteligente que parece estar usándolos como conejillos de indias.

Solaris, como digo, puede resultar algo denso en su lectura debido a las largas descripciones que el autor hace sobre el comportamiento del mar, las referencias a los estudios llevados a cabo hasta el momento, etc, sin que estas explicaciones tengan efecto directo sobre la narración principal; más bien la ralentiza. Como también digo, otro aspecto polémico podría ser la ausencia de respuestas a los misterios que se proponen. Por ejemplo, conocemos quién es el "visitante" de Kris, pero... ¿Cuáles son las apariciones de los otros dos personajes de la estación espacial? ¿El visitante de Sartorius es un sombrero de paja? ¿Por qué están los robots encerrados? ¿Por qué ningún personaje comenta nada sobre esa enorme mujer negra que se pasea por la estación? De la misma manera, la conclusión de la historia también deja preguntas en el aire, un final abierto que no da respuesta a la incógnita del océano inteligente.

martes, 18 de febrero de 2014

La timba de la calle Franklin y otras historias desaforadas del rey de los detectives

Segundo volumen editado por La biblioteca del laberinto recopilando las aventuras originales de Harry Dickson, "el Sherlock Holmes americano." Los títulos de las cuatro novelas cortas incluidas en este tomo son La timba de la calle Franklin, Miss Mercedes, la reina del aire, Alrededor de un trono, y La intrigante desenmascarada. Una vez más se trata de historias simpáticas y de fácil lectura que, cómo decíamos, poco tienen que ver con las originales obras de Conan Doyle que tratan de imitar. Las explicaciones del porqué de los acontecimientos que ocurren resultan poco convincentes en ocasiones, y echamos de menos a un Harry Dickson que nos sorprenda con sus trabajadas deducciones como esperaríamos de un émulo de Sherlock Holmes. Alguna que otra situación inverosímil, conclusiones a las que se llega porque sí... Destaco sobre todo la historia "Miss Mercedes, la reina del aire" donde, como excepción, sí se nos muestra a un detective más apoyado en las deducciones, cosa que agradecerá el lector que busque un estilo más próximo al Sherlock Holmes clásico.

domingo, 16 de febrero de 2014

Los que vigilan desde el tiempo y otros cuentos

Libro compuesto por una novela corta (El que acecha en el umbral) y tres cuentos (La sombra del desván, Arcilla de Innsmouth, y Los que vigilan desde el tiempo). Se trata de lo que ha venido a llamarse "colaboraciones póstumas" entre Howard Phillips Lovecraft y el más destacado (o espabilado) de sus acólitos: August Derleth; es decir, historias esbozadas, ideadas o vagamente comenzadas por el de Providence y desarrolladas por Derleth con mayor o menor fortuna tras la muerte del maestro.

De las cuatro historias destaca la que abre el libro, El que acecha en el umbral, si bien su argumento no es nada original pues remite a la ya manida historia del personaje que retorna a la vieja casa familiar, donde pasado poco tiempo comienza a experimentar en su propio ser lo que hasta entonces eran leyendas atribuidas a sus antepasados. Aún así, como digo, de lo mejorcito que he leído de Derleth. La sombra del desván es un cuento de terror que poco tiene que ver con los Mitos de Cthulhu, mientras que Arcilla de Innsmouth vuelve en su argumento a las viscosidades marinas de Lovecraft, e incluye un final que, personalmente, me ha sobrecogido. Los que vigilan desde el tiempo de nuevo se enmarca en la tradición del terror cósmico, y se convierte en un coitus interruptus pues Derleth fallecería antes de acabar la historia, dejando por tanto al lector sin un final. En definitiva, un muy recomendable libro para los amantes de los Mitos de Cthulhu,  que si bien no están escritos por Lovecraft, componen una lectura de lo más entretenida.

domingo, 2 de febrero de 2014

El ciclo de Dunwich

El Ciclo de Dunwich es un proyecto muy atractivo consistente en tomar una de las historias más célebres de Howard Phillips Lovecraft y a continuación recopilar, por un lado, un puñado de cuentos de diversos autores que continúan la historia ideada por Lovecraft, mientras que por otro lado también reúne aquellas historias que sirvieron de inspiración al autor de Providence cuando escribió su obra. Los dos primeros cuentos son El gran dios Pan y El pueblo blanco de Arthur Machen y componen la parte inspiradora de El horror de Dunwich. A continuación nos sirven la historia original de Lovecraft, y tras ésta, siete nuevos cuentos que continúan, como decíamos, el relatado original. Estas secuelas son:

-La habitación cerrada de August W. Derleth

-La torre redonda de Robert M. Price
-El salto del diablo de Richard A. Lupoff
-El camino a Dunwich de Ben Idick
-La cabaña del árbol de W. H. Pugmire y Robert M. Price
-No puedes llevártelo contigo de C. J. Henderson
-La espera de Wilburg Whateley de Robert M. Price

La presencia de los dos magníficos cuentos de Machen está justificada pues el propio Lovecraft reconoció estar en deuda con el autor en su célebre historia. Las estrellas de la función son El gran dios Pan de Manchen y, por supuesto, El Horror de Dunwich de Lovecraft, que nos cuenta la historia del ya clásico personaje Wilbur Whateley y donde hacen aparición los lugares comunes de Lovecraft, tales como el pueblo de Dunwich o el misterioso Necronomicón. De las varias secuelas recopiladas, destaco La habitación cerrada de mi preferido August Derleth, donde un nuevo Whateley vuelve a casa. La torre redonda es un relato que se convierte en un ejercicio muy interesante. Para entenderlo hay que remitirse a la historia El que acecha en el umbral, contenida en el libro Los que vigilan desde el tiempo y otros cuentos, libro ya comentado en este blog. Aquella historia estaba compuesta de tres partes: Billingston's Wood, El manuscrito de Stephen Bates, y La historia de Winfield Phillips. Ocurre que esta última parte se desmarca en tono y argumento de las dos primeras, por lo que el autor de La torre redonda intenta dar continuidad con su historia a esas dos primeras partes, cerrando así el círculo de manera más coherente. Es por tanto recomendable leer las dos primeras partes de El que acecha en el umbral antes de enfrentarse a La torre redonda. En El salto del diablo volvemos de nuevo al Dunwich de la historia original, como también lo hacen el resto de historias, interpretaciones diferentes del original de Lovecraft entre las que destaca La espera de Wilburg Whateley, aunque solo sea por el regreso del querido personaje de la historia original. En definitiva, un libro con una propuesta muy interesante.

domingo, 19 de enero de 2014

El veneno de Robur Hall y otras historias descabelladas del rey de los detectives

La historia de la creación de las aventuras de Harry Dickson es tan rocambolesca pero tan interesante que merece ser explicada (aunque sea brevemente) por lo que resumo lo que nos cuentan en el prólogo de este libro: "Las cerca de ciento ochenta novelas de Harry Dickson, que tanta fama le dieron al escritor belga Jean Ray, se basaron en una colección de novelas de apagado recuerdo donde el que se ponía en acción no era otro que el mítico Sherlock Holmes. Dice la leyenda que Jean Ray, aburrido de traducir por encargo las novelas del rey de los detectives, basándose en las ilustraciones de la portada y el interior de los cuadernillos, empezó a escribir su propia serie de Harry Dickson." Las historias incluidas en este volumen son las originales, no las traducidas por Jean Ray, sino las más auténticas, las verdaderas novelas de Harry Dickson, que también vieron la luz en nuestro país a principios del siglo XX, y cuya traducción se ha aprovechado (tras un lavado de cara) para esta nueva edición. Tan interesante como las historias es el prólogo de libro, donde se intenta dar forma a la historia del fenómeno Harry Dickson, desde su nacimiento en Alemania bajo el nombre de un apócrifo Sherlock Holmes, hasta su traducción a diversos idiomas, momento en el que hace aparición Jean Ray y sus particulares métodos de "traducción." Como decía, en este volumen tenemos cuatro historias que no han pasado por las manos de Ray: El veneno de Robur Hall, La pista del violador de cadáveres, Los ladrones de mujeres de Chinatown y El doble crimen de los Alpes Bávaros. Estas historias, por supuesto, nada tienen que ver con el saber hacer de Arthur Conan Doyle y distan mucho de la genialidad del Sherlock Holmes original, pero siguen siendo puros divertimentos con regusto de literatura popular clásica, cuatro piezas muy entretenidas y disfrutables.