La guarida del gusano blanco

De vez en cuando te topas con uno de esos libros con los que disfrutas tanto, que lo vas digiriendo a pequeños bocados, sin querer avanzar demasiado para que la experiencia dure más en el tiempo. Es el caso de este La guarida del gusano blanco del maestro Bram Stoker.

En la Inglaterra del siglo XIX, Adam Salton acude a la llamada de su tío Richard, que tiene decidido nombrar a Adam su único heredero. A su llegada, el joven traba una fuerte amistad con Sir Nathaniel, amigo personal de su tío Richard. Asimismo, Adam se enamora de una vecina del lugar, la joven Mimi Whatford. Por otro lado, otra vecina, Lady Arabella, está en el punto de mira de Sir Nathaniel como sospechosa de los crímenes que están azotando la zona. Pronto llega al lugar también Edgard Casswall, acompañado de su sirviente Oolanga, dos tipos que no tardarán en poner a prueba los nervios de los protagonistas. Y por supuesto está el Gusano Blanco, del que Sir Nathaniel y Adam sospechan que vive refugiado en la mansión de la tenebrosa Lady Arabella...

A pesar de mi entusiasmo, se trata de un libro con bastante mala prensa, al parecer incluso Lovecraft lo ningunea en su ensayo El horror sobrenatural en la literatura (a pesar, también, de ser una clara influencia en su obra) y se dice, se comenta, que Stoker lo escribió ya muy enfermo, bajo los efectos de narcóticos que afectaban seriamente su lucidez... Efectivamente el libro tiene ciertas lagunas, ciertas situaciones contradictorias, alguna incluso vergonzante... Pero también tiene una envolvente atmósfera gótica, un historia atrayente, un "algo" especial que, personalmente, me enganchó de principio a fin. Un libro para leer sin pretensiones y... ¿acompañado de una bebida espirituosa?