lunes, 27 de noviembre de 2017

Cumbres borrascosas

Reconozco que no conocía nada de este libro, más allá de saber que es considerado un clásico de la literatura; era ajeno a su argumento y ni siquiera había visto alguna de las varias adaptaciones cinematográficas y televisivas que se han llevado a cabo a lo largo de los años. La única idea que tenía forjada en mi cabeza era que el libro narraba una gran historia de amor, pero tampoco esa idea era del todo exacta.

Cumbres borrascosas es una novela gótica llena de personajes malditos que, a lo largo de sus treinta y cuatro capítulos, van atravesando situaciones tortuosas y a veces desesperantes para el lector, que no da crédito a un cúmulo tan grande de desdichas, muchas veces fácilmente evitables. De estos personajes, destaca por supuesto Heathcliff, un ser despreciable con el que en ningún momento empaticé; tampoco su frustrada historia de amor con Catherine despertó en mí compasión alguna por el personaje. Mi corazón se queda con los desafortunados Linton (si obviamos al irritante Linton Jr.) y con el joven Hareton, quizá la víctima más destacable de Heathcliff, pues a pesar de su perjudicada situación, es curiosamente el único que muestra cierta compasión por el villano.

El final del libro ofrece no poco respiro tras la opresiva atmósfera que se palpa durante todas las páginas de la novela y al acabar la lectura se tiene la sensación de que se ha asistido a una narración fantásticamente estructurada con una historia no apta para espíritus depresivos.

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